lunes, 15 de octubre de 2012

SOLO UN IDIOTA SE CREERÍA QUE EL CRECIMIENTO ECONÓMICO DE GUINEA ECUATORIAL ES CONSECUENCIA DE UNA PROGRAMACIÓN DE UNA POLÍTICA ECONÓMICA DISEÑADA POR TEODORO OBIANG NGUEMA Y SU EQUIPO ECONÓMICO DE TRABAJO


 Por: Roy Buyer
Pedi: 13-10-2012
Eviya Inyeÿedi ja meÿeba


Es evidente que, el empecinamiento y fijación que tienen los actuales dirigentes de Guinea Ecuatorial en  hablar “del Pueblo Guineano”, es porque  lo interpretan como el sumatorio de todos los pueblos que integraban los antiguos Territorios Españoles del Golfo de Guinea en beneficio de sus intereses; los cuales constituyen ese  porcentaje de familias que se lucran de manera directa de las riquezas de la nación en detrimento de la gran mayoría. Es un plan proyectado con la única intención de justificar todo lo que sucede en el país, ante la atenta mirada de la Comunidad Internacional.

En cuanto a nosotros, los más desfavorecidos, nos corresponde demostrar nuestra desdichada­­­­­­­ situación y en consecuencia denunciarla ante las instancias correspondientes, para que resplandezca la justicia en cada una de nuestras vidas en particular y en la de todos en general.
Son perfectamente demostrables los orígenes dispares de nuestros Pueblos, al igual que son evidentes las diferencias existentes entre nuestras idiosincrasias, culturas, costumbres, tradiciones y gastronomía. Por consiguiente,  a todos los interesados porque las cosas tomen otros derroteros en la Guinea Ecuatorial. No tengo más que decirles que la solución final la obtendremos todos tanto los unos como los otros ante las Cortes Internacionales de Justicia, lugar en el que solo valdrán las pruebas presentadas para que se incline la balanza en un sentido u otro;  una gran dosis de sentido común en el cumplimiento de las normas dictadas por  el  imperio de la ley.

Decir que desde el 12 de Octubre de 1968 hasta nuestros días Guinea Ecuatorial ha cambiado, es evidente. No obstante, cabe remarcar que el cambio producido no tenía porqué destruir el patrimonio que dejaron los españoles desde su llegada a los Territorios del Golfo de Guinea, cosa que tenía que haberse tenido en cuenta. Cabe, evidentemente reconocer, que no todo lo realizado por el colono era bueno, pues es justo asumir que también existían aspectos altamente positivos de la época, que ya nos ponían en cabeza en el ranking africano y que los actuales responsables políticos deberían  haber sacado mejor partido. No satisfechos con la labor que habían iniciado los colonos, estos lumbreras tuvieron que coger lo que jamás debieron saber que existía; la goma de borrar y empezaron a borrar todo cuanto en beneficio nuestro había edificado el hombre blanco español. El resultado es pues el evidente. En la actualidad tenemos ingenieros que da pena oírles hablar. Sencillamente, no saben hablar y es evidente la incapacidad que tienen para articular una mínima frase con sentido. Más resultados aún, tenemos un volumen de profesionales con carreras universitarias que no saben ni hablar ni escribir y lo peor de todo es que no son un referente en la sociedad a la que pertenecen porque nunca lo tuvieron ellos. La prueba indiscutible de este mal proceder de las dictaduras de Macías antes y ahora Obiang Nguema, que repercute directamente en el debe de Guinea Ecuatorial está en que, si comparamos la valía de los hijos que Guinea Ecuatorial nos ha dado en estos últimos 44 años, periodo que corresponde con la etapa independiente del país, no es comparable con la de los hijos que nacieron en la etapa de la Guinea Española. Eso es así, porque las cosas en la Guinea Ecuatorial Fang no funcionan a pesar de los múltiples edificios que se construyan, de las centrales hidroeléctricas que tendrán que iluminar viviendas de calabó. Los estados los hacen los hombres con sus valías y no los edificios modernistas y menos todavía los automóviles de fabricación americana, ni ese afán exacerbado por los bienes materiales.
Por citar un ejemplo comparativo entre la Guinea Ecuatorial que heredamos de los españoles y los otros estados africanos de nuestro entorno con sus metrópolis, existe una gran diferencia. La manifestación de dichas diferencias se basan en el hecho de que, los irresponsables gobernantes de las dos dictaduras en el país no han sabido aprovechar algo de bueno que dejaron los españoles; y en ese sentido podemos observar lo siguiente: En cuanto a hospitales, Guinea Ecuatorial tenía más números de camas por habitante que la República Federal de Nigeria. Teníamos un servicio sanitario mucho mejor que el de Camerún y Gabón. Sin tener entonces  explotados los hidrocarburos y tan solo con el cacao, café y la madera por citar una de las exportaciones más considerables, más del 90% del país vivía dignamente. Las familias que se dedicaban al cultivo de estos productos agrícolas disponían de una economía familiar estable. Y no quiero entrar en los tejemanejes que se trajo Obiang Nguema con la exportación del cacao en la etapa anterior a la localización de los hidrocarburos. Todos nuestros vecinos se asombraban de nuestra calidad de vida inalcanzable para ellos en sus respectivos países ya independientes.

Aquella  sociedad era más justa; quien más trabajaba más ganaba y sin necesidad de mancharse las manos y conciencias con asuntos turbios como pasa actualmente en esta Guinea Ecuatorial Fang. Aquél que se había formado, la sociedad se lo premiaba porque era efectivamente mayor el servicio que prestaba a ésta y, el que no, pues debía estar facultado físicamente para echarle horas al lomo en las plantaciones pero de manera honrada. Me pregunto, ¿cuántos son los padres de familia que haciendo un análisis de conciencia podrían superar el examen de llevar el sustento diario a sus respectivos hogares de manera honrada en esta Guinea Ecuatorial Fang?
A partir del resurgir de esta nueva clase social, supermillonaria y pedante, producto del contrabando y la corrupción que actualmente está conociendo Guinea Ecuatorial, cabe además otra reflexión, ¿era necesario acabar con la clase social anterior y la clase noble de Bata  y Malabo (Santa Isabel)?
Tuve la diosa fortuna de haber conocido a un ex consejero autónomo del último Gobierno de Don. Bonifacio Ondo Edu. Pues este Sr. tenía que estar todos los días en el despacho a las 10 horas de la mañana. Resulta que este buen hombre cada mañana se levantaba a las cinco y media para que a las seis estuviera ya a pie del cañón en sus plantaciones de cacao. Este Sr. Nunca tuvo un Mercedes Benz como automóvil. En la actualidad es normal ver a guineo-ecuatorianos importar vehículos desde los EEUU de América hasta la Guinea Ecuatorial a pares y sin pagar aranceles aduaneros. ¿De dónde procede esa ingente cantidad de dinero que no controla su administración Sr. Obiang? Convencido estoy, de que esa pregunta solo me la podrá responder echando balones fuera como es habitual en usted o diciendo; “eso lo decide el Pueblo”.  ¿De dónde procede el dinero de las mansiones que en ocasiones también construyen a pares?  Muy bien sabe usted como yo que  no son de una adquisición decente.
Pero es natural, si el tontorín Teodoro Obiang Mangue está perseguido por la justicia, de como mínimo tres países por disponer en esas naciones  bienes y dineros de procedencias ilícitas, ¿qué no van a hacer los ciudadanos de a pié guineoecuatorianos?
 
Lo cierto es que,  guste o no guste, el funcionamiento político de Guinea Ecuatorial en lo concerniente a su peculiar interpretación de la democracia, el funcionamiento socio-económico y en lo referente a las cuestiones tributarias de toda la sociedad sin distinción, deja mucho que desear. Es precisamente en estos aspectos, sin olvidar los relacionados con las cuestiones de los DDHH, los que hacen que Guinea Ecuatorial esté en el ojo de las críticas internacionales. Eso es así, Sr. Obiang que tanto culpa usted de la mala prensa que tiene su República Fang de Guinea Ecuatorial.
 
La protección del menor, las detenciones irregulares, la llegada de la corrupción al Poder Judicial y en todos los estamentos del Estado, que no es cosa de hoy, son  bien manipulaciones, del todo poderoso Teodoro Obiang Nguema. En resumidas cuentas, ésta Nación está reclamando clamorosamente una refundación del mismo o un Big- Bang que acabe con todo el vergonzoso y  vergonzante sistema político.